Resulta incongruente, por decir lo menos, que cada día se permita la existencia de más y más abogados, y por otro lado que un diputado, quiera quitarles más trabajo a esos jóvenes abogados y también a los notarios, para traspasar el costo al erario nacional, y entregar una alta responsabilidad a un funcionario de un servicio público que nadie sabe qué méritos pueda tener.

Ya antes les quitaron a los abogados las posesiones efectivas, traspasando costos al fisco de Chile, y hoy somos testigos de los enredos sin solución que están quedando, y vemos que hasta la Excma. Corte Svprema (ver recuadro) ha tenido que sancionar a ese supuesto servicio especialista en todo que se encargaría de llevar adelante esos trámites.

¿Qué pasará con las sociedades si se aprueba este otro proyecto relacionado con la formación de sociedades? De la solemnidad y seriedad que aportan hoy la firma de un abogado que se hace responsable con su rúbrica, y de un notario, pasaremos a las manos de un funcionario cualquiera, cuya idoneidad e integridad no nos consta. ¿Cómo podría alguien confiar más en ese tipo de funcionario que en un notario?

El proyecto en referencia con toda tupé dice …”Con esto, no sería necesario incurrir en los costos y trámites habituales relacionados con gastos notariales, publicación en Diario Oficial, inscripción en el Conservador de Bienes Raíces y servicios jurídicos, ya que existirá un servicio alternativo expedito en la página web del SII. Finalmente, el proyecto otorgará las facilidades para que los empresas cambien de personas naturales a personas jurídicas, lo que permitirá resguardar esencialmente el patrimonio de las micro y pequeñas empresas.”.

Obviamente ni el proyecto, ni el patrocinante, dicen nada acerca de quienes se enriquecerán con las firmas electrónicas, los seguros, re-seguros, y otros negocios que vienen aparejados a este galimatías, que traerá inseguridad jurídica y hasta podría generar problemas económicos.

En otras latitudes se ha sabido de inmensas crisis económicas que acá no ocurrieron precisamente por nuestro sistema que aunque antiguo tiene sus defectos y también virtudes, al que con esto se quiere eliminar de una plumada.
Sálvenos quien pueda de estos proyectos, teóricos, e insensatos, economicistas, y desprovistos del adecuado conocimiento de la realidad de nuestro país. Entre formularios web y funcionarios cualquieras, es fácil prever lo que sucederá a poco andar. El enredo y la burocracia campearán, y será imposible solucionar muchos casos, y muchos serán esclavos de funcionarios, de formularios, y de computadores incapaces de reconocer aceptar y solucionar casos con algunas diferencias.

Existen muchas maneras de avanzar en economizar trámites, y apurar a la formación de empresas, de apurar y reducir las publicaciones, e inscripciones, pero ello debe hacerse con prudencia e inteligencia, con gradualidad, y no con simple vehemencia, y voluntarismo, ni copiando e importando normas ajenas a nuestra idiosincrasia.