DE CONTINUAR ESTOS NIVELES DE CENTRALISMO IREMOS DIRECTAMENTE AL ABISMO.

01 abril 2012 0 comentarios


THINK TANK CENTRO DE ESTUDIOS ATACAMA

La investigación que se ha hecho en Chile en materia de regionalización demuestra claramente que nuestro país es insostenible. De continuar estos niveles de centralismo iremos claramente hacia un abismo.

En este sentido, han sido bastante elocuentes los datos y antecedentes que ha entregado la Corporación Nacional para la Descentralización y Regionalización de Chile (CONAREDE) que trabaja por décadas en este tema.

Si uno verifica las cifras, en el 2% de la superficie de Chile prácticamente se desenvuelve el 80% de la actividad económica, política, cultural y educacional del país. Esto trae como consecuencia, entre otras cosas, un deterioro gravísimo de la calidad de vida de las personas en las grandes ciudades. El porcentaje de pacientes en consultorios de atención primaria con síntomas de desorden sicológico en Santiago de Chile es el más alto del planeta.

Si vamos a ver la realidad de las regiones, están en una condición de "frontera interior", porque la posibilidad de acceder conectividad, de tener servicios, educación, salud; de desarrollar aspectos sociales y productivos del país, es inferior y por eso no se sienten parte de Chile.

De acuerdo a los indicadores de desarrollo humano, que construye el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, muchas comunas de la Región Metropolitana están dentro de los estándares más altos de desarrollo humano como es Canadá, Estados Unidos, Finlandia, España. Sin embargo, si uno va a otras comunas, están a nivel de países como Kenia, Congo, Sudán o Pakistán. Esa es la realidad que tenemos.

En el aspecto educacional, Chile no tiene nada para estar orgulloso. Estamos muy por debajo del promedio mundial. En paralelo, la Ley General de Educación baja los ciclos de enseñanza a seis años y eso hace que más de 4 mil 41 escuelas en nuestro país queden sin séptimos y octavos básicos. Si nosotros no nos preparamos en los ocho años de transitoriedad, resulta que va haber un flujo aún mayor de familias completas de estas zonas aisladas, que corresponden al 50% del territorio nacional, hacia las zonas metropolitanas.

En salud rige prácticamente lo mismo. Los centros hospitalarios más complejos están en las principales ciudades, los hospitales regionales, provinciales y locales no tienen las especialidades. Las rondas médicas no están cubriendo la demanda real y además está pasando un fenómeno con los planes de salud. Por ejemplo, en la Región de Aysén todos los niños nacen en Coihaique porque ahí se da la anestesia epidural, la gente tiene que verse obligada a irse a las regiones metropolitanas en desmedro de esta armonización del país.

En este sentido, el proyecto de reforma regional es un avance notable, respecto a todo lo que se ha comprometido por distintos candidatos que después que asumen la Presidencia se olvidan de ellos. Y aquí ha habido un trabajo de los senadores de la Comisión de Gobierno que contempla transferencias de competencias, facultades y medios, elección directa de los consejeros regionales y refuerzo en la identidad de las regiones.

Creo que vamos caminando justamente en la línea correcta. Es mucho más lo que tenemos que hacer, pero yo creo que sin temor nosotros debemos dar las facilidades para que las regiones despeguen por sí mismas, tengan grados de autonomía, generen una identidad y reconstruyan una armonización porque se ha roto el tejido social prácticamente por el excesivo centralismo que tenemos en Chile.

Antonio Horvath, senador por la Región de Aysén.
Read the full story