Nos alegra saber que existen personajes que inciden en la vida de Atacama, que hoy a más de 152 años de la gesta heroica regionalista más grande de todos los tiempos, den cuenta de que surgió una nueva generación de atacameños que con nuevos rostros pero con un mismo ideal, se reconoce y se une nuevamente, para luchar contra la injusticia del centralismo.

Es destacable que en pocos años hayamos retomado una línea de pensamiento que nos es propia y que parecía olvidada, pero que gracias a Dios y al trabajo de un sin número de intelectuales, empresarios, y trabajadores y gente comprometida con Atacama, y con los valores de nuestros magníficos ancestros, logramos reencontrar y reconocer esta idea original nuestra en su más frondosa espectacularidad.

Esta corriente que sin duda logra juntarnos en pos de un ideal común que nos une, nos hace dejar nuestras rencillas, reconocernos como hermanos y decidirnos a darle al país y a los ciudadanos, más democracia y más progreso.

Las almas de los atacameños de la generación del 59, nos reclaman, y nos dan el ejemplo más magnífico de libertad y justicia. Hermanos en la eternidad del recuerdo colectivo social de Atacama, sus vidas no se perdieron en vano, sino que fueron entregadas como semillas que hoy resurgen para darnos el ejemplo que como atacameños debemos seguir para darle a nuestro suelo y a nuestros hijos, la anhelada libertad y la necesaria justicia que merecen.

De una vez por todas hay que decidirse y actuar todos juntos, los atacameños a dar pelea nuevamente en pos de un país distinto, obviamente que ya no con los cañones, ni con los fusiles, sino que con la voz, la pluma y el voto que son las armas que la bendita democracia nos ofrece para prevalecer en nuestras esperanzas de lograr un país diseñado y pensado desde las regiones, que reconozca los liderazgos auténticamente atacameños, con arraigo en este sagrado territorio.

Está claro que la fuerza regional ha conseguido el éxito cuando se ha propuesto objetivos justos.

Coterráneos, valientes de Atacama, la reforma regional es inevitable, y estamos juntos en este sueño.

Atentamente Julio León Morales Daviu.