CANDELARIA GOYENECHEA, POR SIEMPRE EGREGIA E INMORTAL.
03 febrero 2011
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Reconozco que no ha sido habitual que en estos comentarios entreguemos datos biográficos sobre las mujeres de Atacama, pero esta vez creo que amerita que ahondemos en la vida de doña Candelaria Goyenechea.
Como decía recién, fue la madre del más importante gestor de la causa de la Revolución Constituyente en Chile, don Pedro León Gallo Goyenechea, por tanto, es merecedora de la principal recopilación de antecedentes en torno a su vida y su obra. Sus padres fueron don Pedro Antonio Goyenechea y la señora Manuela Sierra y Mercado.
Desde jovencita fue educada por su tío don José Agustín de la Sierra, sacerdote, quien le inculcó las primeras letras. A medida que avanzaba en edad, fue adquiriendo conocimientos de religión, poesía, canto, filosofía y latín. A los 21 años de edad contrajo matrimonio, concertado, con el teniente de Milicias y Héroe de la Independencia de Chile, en Atacama, don Miguel Gallo Vergara, el 20 de Marzo de 1816. Dotada de una gran inteligencia, un alma elevada y bondadosa, formó en unión de su esposo, una familia ejemplar, que daría frutos con su primer hijo en Septiembre de 1822. El civismo y las nobles virtudes de la caridad y el trabajo, más todo su encanto y dulzura de mujer, la llevaron a prodigar el bien en su entorno familiar y amistades.En sus ratos libres y destinados al reposo, bordaba y cosía con sus propias manos, ropas que enviaba al hospital y a casas de caridad. Optó por dar una educación noble a sus 10 hijos en los mejores colegios de Copiapó, La Serena, Santiago, Lima y Europa, abrazando ellos estudios superiores que les permitieron adquirir diversas profesiones.

Se convierte así, en la más importante dama de la filantropía chilena. Funda numerosas organizaciones de caridad, aporta importantes cantidades de dinero para la construcción del hospital de Copiapó, construye iglesias y colegios, funda la sociedad “La Gota de Leche” que hasta hoy está en funcionamiento y mandó a construir "La Copiapó", primera locomotora de nuestro país y de Sudamérica.
Al estallar la Revolución Constituyente, pone toda su fortuna al servicio de sus hijos principalmente de Pedro León Gallo, para la compra de trajes, pertrechos, carruajes, caballos, alimentos, forrajes, armas y municiones, con las que harán frente a las tropas oficialistas del Presidente Montt.
Bordó con sus propias manos la bandera azul con una estrella dorada, que fue la enseña guerrera, que acompañó a los intrépidos que se atrevieron a desafiar el autoritarismo del gobierno centralista capitalino.


Quiero recordar que Candelaria Goyenechea fue electa la Mujer del Bicentenario en Atacama, al cabo de un concurso organizado por la dirección regional del Servicio Nacional de la Mujer, el año pasado, denominado "200 mujeres protagonistas del Bicentenario".
En la oportunidad, la nómina de postulantes estuvo integrada también por Rosario Orrego, Mercedes Fritis e Isidora Goyenechea, otras grandes e importantes mujeres nacidas en esta tierra atacameña. Si bien, en más de alguna ocasión usted ha escuchado los nombres de estas cuatro mujeres, lo más seguro es que no sepa o no recuerde cuáles fueron sus méritos o simplemente qué hicieron para estar dentro de esta nómina. Por esta razón fue que decidí compartir particularmente con ustedes

Debiéramos comenzar por nominar con su nombre al Hospital Regional, que se emplaza justamente en terrenos donados por esta célebre dama que nos dejó un incontrastable legado.
Atentamente, Maglio Cicardini Neyra.
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