Tiene razón el ingeniero y empresario Copiapino don Carlos Nicolás. “No basta reaccionar, se debe prever y adelantarse”. Por ejemplo:




a.- Debemos instar e instar para que se pavimente lo más luego posible el camino al NOA Paso de San Francisco (o bien Pircas Negras).
La integración viene, y tendrá que hacerse arrolladora en pocos años más, solo un ciego no lo puede prever, y debemos para eso ya tener la infraestructura vial y portuaria que se necesitará. Los millones de toneladas de productos argentinos (del Atacalar) y que van destinados al Asia - Pacífico deberían salir por Atacama, por Caldera o por Chañaral, es la vía natural. Y nosotros debemos estar allí para facilitarlo, y recibir lo correspondiente por los servicios y por el uso de nuestra infraestructura, obviamente respetándose nuestras normas de sanidad, vegetal y otras.

b.- Debemos reconstruir y agrandar nuestra alicaída vía férrea, otrora avance a nivel continental, hoy una ruina. La Estación centenaria, basta verla por detrás para sentir pena y hasta vergüenza. Conocí a una persona que al saber de su historia, vino desde la lejana Suiza a verla, y debí mostrársela en el estado deplorable que la tenemos.

c.- Instar para que los beneficios y calidad de vida de la doble vía alcancen también directamente a la Capital Regional, y censurar ese desvío ridículo que se hizo, donde se puede constatar que es más fácil para quien viene desde el sur, seguir por el desvío al norte que llegar a la Capital de la Región, ciudad más poblada y a cuyos habitantes se supone que también se está procurando mejorar la calidad de vida con esa obra. Pero ocurre que al venir desde Vallenar, a la capital regional, ahora se debe acceder por un camino angosto, de una pista que casi no se advierte, y que en los hechos ha dejado la entrada a Copiapó como un desvío secundario, lo que evidentemente disminuye el rango que se merece y se ha ganado una ciudad tan importante como la nuestra. Me refiero a la importancia de esta ciudad en la historia y en la economía del país, a lo que se refiere nuestro himno cuando dice:


Para un copiapino de corazón, es un oprobio ese desvío atorrante que nos han obligado a tomar para llegar a este sagrado suelo de Copiapó. En verdad la forma en que se construyó ese desvío para llegar a esta ciudad, es propio de un diseño inepto y falto de respeto por nuestra tradición. No debemos cejar ni ceder en nuestra obligación de insistir e insistir para que el acceso a nuestra ciudad sea modificado cuanto antes, de modo que sea un acceso amplio y expedito, y no un simple secundario como esa verdadera lesera que nos han impuesto. Atacama y Copiapó merecen más, y nunca pueden aceptar el desdén de nadie, ni menos estar de rodillas ante nadie. El ejemplo de nuestros antepasados nos impide ser genuflexos.

d.- En los diarios se publican artículos y fotografías de hermosos guanacos que han existido por miles de años, en el desierto de nuestra Atacama, se los ve cerca de la carretera entre Copiapó y Vallenar. Ahora con los cercos de la doble vía se publican fotos de guanacos muertos atrapados, ya que esos animales circulan (migran) de mar a cordillera y viceversa dependiendo de la vegetación y agua existentes en el sector en cada temporada.

No decimos que no se construya la doble vía (que aún con sus ripios es un inmenso adelanto que agradecemos y nos merecemos) para no perjudicar la escasa fauna autóctona que va quedando, pero sí que nos adelantemos, y que se piense antes en estas cosas, para dejar las pasadas o senderos adecuados como se hace en otros países. Hay lugares por donde circulan esos animales de preferencia. Acá hay servicios e instituciones privadas que mucho hablan de estas cosas, pero no opinan en el momento oportuno, y solo reaccionan y no se adelantan como debería ser. A esos animales, que son parte de nuestro patrimonio, debe dejárseles senderos amplios de pasada en las carreteras para sus migraciones los que deben ser al mismo tiempo discretos para que no les asusten, y los cercos deben ser fáciles de ver por ellos para que no sufran accidentes en su deambular.

Así es nuestra realidad, si alguien mata un perro comete un delito y le cae todo el peso de la ley. Asimismo si alguien mata un guanaco también comete delito. Y todo encargado de proteger la fauna, y todo empresario y ejecutivo que construye una carretera, que no hace ni dice antes lo que tiene que hacer y decir para evitarlo, tiene una clara cuota de responsabilidad en ello y debería responder. Se trata de un daño mayor que el que causa un niño que se come sin pagar un yogurt en un negocio.
Existe una clara contradicción en nuestra región, ya que sabido es que en algunos lugares como Pan de Azúcar, las personas no pueden en la noche poner una radio para escuchar música para que no se moleste a los guanacos y zorros, en cambio entre Copiapó y Vallenar donde siempre han existido y transitado guanacos, no se ha tenido el cuidado mínimo, no ya para cuidar el descanso de esos animales, sino para protegerles la vida.

f.- Apurar y facilitar al máximo posible la instalación de las desaladoras de agua que se anuncian y no se sabe cuándo estarán operando.

En fin, previendo, hay tanto por adelantar,

Fraternalmente,
Julio Morales, abogado, copiapino, por sangre y tradición.