Maldito terremoto, que amenaza nuestro desarrollo. Les pedimos ser creativos, para eso están donde están

30 marzo 2010 Déjanos tus comentarios

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Moneda Constituyente
Lamentamos el recorte que viene para el escuálido presupuesto de Atacama, el que dicho sea de paso, siempre ha sido prácticamente una migaja si se la compara con lo que siempre se han asignado los del centro del país.

Aún sabedores de que no es de lo más popular formular este lamento, porque se dice que el recorte iría a las hermanas regiones afectadas por el sismo, donde su gente ha padecido grandes pérdidas y dolores, igual no podemos soslayar que nos causa pesar sufrir esa merma en nuestras ya famélicas arcas.

Es bueno ayudar al que está en desgracia, y estamos muy dispuestos para ello, pero creemos que en democracia, eso para que tenga real valor, debe ser si no voluntario, al menos consensuado y no impuesto desde el inefable centro, como de acuerdo a la costumbre inveterada se nos ha tratado siempre.

Tributo a la revolución constituyenteEl recorte debería ser progresivo, siendo mayor para aquellos que por siglos se han acaparado lo mejor, postergando a las regiones como la nuestra que no tienen casi nada de lo que se merecen si se las compara con las del centro del país.

Para nadie es un misterio, que la calidad de vida, en educación, salud, cultura, sana entretención, caminos, carreteras, trenes, e infraestructura en general, es irritantemente inferior en nuestra región a las que tiene la Región Metropolitana, y también la que tenían las regiones desde la V, VI, VII, y VIII.

Se puede decir que aún con la destrucción reciente, y dejando por supuesto a un lado las irreparables pérdidas en vidas humanas que nunca pueden recuperarse, las regiones del centro sur, han quedado con infraestructura deficiente como la que siempre nosotros hemos padecido. En un par de años, con la merecida ayuda que se les está brindando y se les otorgará nuevamente esas regiones estarán a gran distancia nuestra en cuanto a comodidades y calidad de vida.

La educación nuestra, salvo por un par de honrosas excepciones, es del nivel de África, con muchos alumnos que salen de cuarto medio sin saber que hacer, ni saber leer y escribir como corresponde y sin expectativas de un futuro mejor. Por ello muchos ejecutivos llegados de otras regiones y países, hacen estudiar a sus hijos en otras regiones; Las carreteras del nivel de Bolivia, de una vía teñidas de sangre, y tapizadas con animitas por las víctimas de los graves accidentes causados por los defectos y pobreza vial; Nuestra salud, sin especialistas en importantísimas áreas es vergonzosa (eventualmente solo superada en lo mala por un ya famoso hospital de la VII región), con nuestros esforzados mineros envenenados y padeciendo de la mortal silicosis. Niños sufriendo infelices padecimientos; A la conexión vial internacional terrestre con La Argentina en la parte que nos corresponde, ya decirle precaria es mucho decir; La conexión aérea ni soñar, baste recordar que hace pocos años la tenemos con el resto de nuestro país. Por largos periodos simplemente no la teníamos; Nuestros pequeños campos, hoy sin agua, nuestro milenario Río Copiapó más seco que garganta de camello; En fin hermanos, para qué seguir enumerando.

Así las cosas imploramos, que el recorte no nos postergue en la satisfacción de nuestras necesidades más importantes, donde por años, hemos aspirado a siquiera poder acercarnos a las regiones del centro, y a las que hoy están en desgracia, a las que debemos ayudar sí, pero sin descuidar nuestra región que por siglos padece de graves necesidades postergadas.

Ellos necesitan reconstruir para volver a lo que eran o estar incluso mejor que lo que estaban al momento del fatídico sismo.

Nosotros necesitamos construir, para poder acercarnos un poco al nivel de vida de que gozan las regiones del centro del país.

Esta sufrida y abnegada Región de Atacama, también casi acostumbrados a los temblores, hasta con enjambres telúricos, por siglos ha estado injustamente postergada, aportando mucho y recibiendo muy poco, siendo que hasta sangre ha entregado al país en el pasado.

Creemos que ante la postración, e injusticia, esta sufrida Provincia de Copiapó, en la última elección inusualmente cambió su voluntad política y se produjo uno de los llamados “empates técnicos” en la última elección presidencial, su sufrido y noble pueblo, con la esperanza de un cambio y la puesta en práctica de los compromisos adoptados en campaña por el candidato que en definitiva triunfó mutó la preferencia política mostrada ya por largas décadas.

Maldito terremoto, que vino a amenazar las posibilidades de nuestro desarrollo.
Pedimos a nuestros gobernantes que sean creativos y procuren obtener los recursos para ayudar a las regiones hermanas afectadas por el sismo, sin necesidad de tener que afectar mucho a las regiones que como la nuestra, han estado eternamente postergadas, sea endeudando al Estado con créditos, ojalá blandos, o de otra manera que resulte favorable para todos, aumentando, definitivamente o temporalmente algunos impuestos a las grandes empresas, y el royalty a los que tanto están ganado por estos días. Deben proceder con astucia y valentía, porque para eso están donde están.En cuanto a nuestro gobierno regional, rogamos tenerlo presente. Sabemos que mientras nuestro intendente no sea elegido por el pueblo, estará constreñido por el poder central que lo designa y lo puede sacar a voluntad, no obstante sabedores de que la actual Autoridad Regional es persona de Atacama, invocamos a sus sentimientos por esta amada tierra y a su bandera para queprocure reducir el impacto a nuestros anhelos. A nuestros Consejeros Regionales les pedimos hacer uso de sus prerrogativas para que Atacama y Copiapó, reciban el menor impacto posible del fatal seísmo y maremotos ocurridos el aciago 27 de febrero pasado.

Atentamente, Julio César Morales Neyra, Abogado, copiapino por sangre y tradición.

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