Estimado don Ramón.

REF: "El Origen de los impuestos" ....."generación de riqueza, al igual que la generación de moscas provenientes de la carne, desaparecerá.."...Sic.

Siempre leemos sus interesantes artículos, como los relativos al valor del dólar y otros tantos, y podemos decir que no le hemos visto otro tan poco feliz como este, en verdad debemos reconocer que en o medular dice algunas cosas ciertas, pero en la forma es algo desagradable, y hasta falto de respeto, e incurre en inexatitudes poco usuales en usted.

Da la impresión, probablemente sin que sea su intención hacerlo, que se quiere presentar a absolutamente todos los empresarios como buenos y blancas palomas, y ello no es así. Sabemos que la gran mayoría son empresas y personas decentes, nosotros también lo somos, pero debemos reconcer que algunos realmente dejan mucho que desear especialmente extranjeros, y es preferible que ellos se lleven sus "aportes" a Bolivia, Venezuela, a Cuba, o al África, donde corren el riesgo de que les expropien y hasta que les quitan la vida.

Del contexto del artículo, como que se asume, que todo quien es partidario de que se pueda subir aunque sea moderadamente los impuestos a las empresas, un 1 o un 2%, es una persona contraria a la libre empresa y al emprendimiento privado y que quiere estatizaciones, lo que es un profundo error.

Somos firmes partidarios de del libre emprendimiento privado, y estimamos lícito y legítimo obtener utilidades y ganar dinero, pero no de endiosar al dinero. También somos partidarios de la democracia, y de un sistema semipresidencial de gobierno, con grados importantes de autonomía para las regiones, para que el pueblo de regiones pueda elegir a sus representantes, sin el centralismo agobiante que hoy nos sojuzga.

Disculpe que me desvié algo del tema del artículo, le cuento que somos de Copiapó, con raíces por siglos acá, y hemos visto como en pocos años se ha secado nuestro río milenario, como se está trastrocando la vida misma de esta comunidad atacameña convirtiéndo nuestro valle en un páramo desértico.

En parte está sucediendo por la sequía sí, porque hemos tenido otros periodos de sequía graves, pero nadie podría desconocer que en los últimos años grandes empresas, han ocupado casi toda nuestra agua, superficial y subterránea, llevándosela lejos de nuestro valle, sin que se les ponga atajo, porque nada ha servido frente al poder del dinero que todo lo "consigue", pues se trata de miles de millones de dólares, y con ello se favorece inusulamente todo para esas empresas.

Se llevan toda una riqueza dejando el hoyo y la contaminación, y nada perdurable, ni siquiera algún modesto edificio (puede venir a comprobarlo), ya que usan containers fáciles de despalazar, para sus ejecutivos y trabajadores, además muchos de sus ejecutivos ni siquiera viven acá (solo viajan en avión y no ven ni siquiera la carretera paupérrima que hasta ahora tenemos), y tienen a sus mujeres e hijos en Santiago y no en el lugar que les da de comer, donde contaminan y destruyen.

Son los mismos que lloran plañideramente ante la posibilidad de que se les suba algunos puntos el famoso royalty o tan solo un uno por ciento de impuestos.

Creemos que es probable que ni siquiera esto último sería necesario reformar si pagaran como corresponde sus impuestos aún en las tasas actuales, pues nadie puede desconocer que con los ejércitos de asesores y propagandistas a sueldo, muchas se las arreglan para no pagar o pagar menos, o dilatar los pagos. Algunas grandes empresas por décadas no pagaron nada, sino hasta que se discutió el royalty, una muy conocida con faenas en la zona central estuvo por más de 20 años formalmente a pérdida y luego se vendió en más de mil millones de dólares, y aún así hubo líos para que pagaran algo de impuestos por la transferencia. Cualquier empresario chileno pequeño págaba más impuestos que ellos que hacían cuanta maniobra estaba a su alcance para endeudarse una y otra vez, y finalmente descontar hasta las pisadas y no pagar, o pagar casi nada.

En fin, estimado don Ramón, el capital es muy importante, pero más lo es la dignidad de las personas y de un pueblo que como el nuestro es avasallado. Es preferible tener menos, pero vivir con dignidad, el dinero no lo es todo. Incluso preferimos ser menos habitantes y más pobres y recuperar nuestra agua, y nuestro río donde algún día no lejano nos bañamos, y que se vayan estos tiempos en los que cual pesadilla se escucha solo el poder del dinero, y nos obligan a ver y oír propaganda mentirosa de supuestas buenas intenciones, cuando sabemos por sus hechos, que lo único que tienen por "misión" y "visión" algunas empresas es ganar dinero, y les importa "un níspero" el destino del pueblo que les ha acogido.

Una de ellas con nefastas labores en Atacama por estos dìas ha enviado a entregar dádivas a la pobre gente de la zona afectada por el terremoto, ocupándose por cierto que la TV y otros medios lo divulgen para obtener su premio terrenal, saciar su ego, y engañar aún más presentàndose como buenos samaritanos, en vez de ocuparse de pagar lo que realmente deberían pagar, y de no seguir destruyendo esta hermosa y digna región.

Saludos cordiales, Higinio Morales.