En relación con el Informe Especial emitido ayer y que abordó el gravísimo problema que tenemos con el agua, elemento que se está agotando por completo en esta provincia, y eso no es nada nuevo, llama la atención la escasez de otro elemento igual de indispensable y que asoma como ultra necesario para acabar con esta tremenda injusticia que aflige al pueblo atacameño, y eso no es otra cosa que valentía, si, valentía, de quienes son nuestros representantes y debieran defendernos.
Parece que el coraje y la bondad otrora símbolos del empuje atacameño, han sucumbido y se han secado por efecto del materialismo desmedido que campea y frente al cual también se han rendido algunos de nuestros políticos más conocidos.

Basta ya de soportar atropellos. ¿Hasta cuando los encargados le facilitan las cosas a estos que vienen a destruir, a engañar, y a despojar?, ¿Es que ya todos ellos están con sus conciencias adormecidas?, ¿Es que la vida, la dignidad, el futuro de la región, el de nuestros hijos, la justicia, la equidad, y la solidaridad, valen menos que el dinero?, ¿Hasta cuándo se aceptará que los destinos regionales los guíen un grupo de acomodados, regalones de sus partidos y genuflexos del orden centralista?

Lo que necesitamos con más urgencia que el agua nuestra de cada día, es la valentía, que nos es propia por linaje, esa valentía que tienen nuestros mineros, y que demostraron en el campo de honor nuestros ancestros hace ya 152 años. Falta mostrar ese irrefrenable arrojo que nos corre por las venas, que nos permita enfrentar unidos el brutal escenario que se asoma, y que el PUEBLO ATACAMEÑO, no puede seguir solo contemplando.

La desaparición del agua no es más que la crónica de una muerte anunciada, lo que muchos dijeron desde un comienzo, y todos conocemos a los responsables.

Ya resulta muy claro, que por el lado de esperar que nos socorran nuestras autoridades centralistas, sean de la corriente política que sean, no podemos esperar nada en defensa de nuestro presente ni de nuestro futuro. Estamos solos, los políticos más conocidos nos han abandonado, esa es la cruda realidad. Deberemos ocuparnos de nuestra propia defensa, con los medios que nos franquea la ley, incluidas las manifestaciones ciudadanas.

Atacameños, siempre adelante que un fulgor de tradición nos ilumina el camino.

Atentamente, Julio León Morales Daviu, dispuesto a dar la vida por su tierra y por su gente de ser necesario.