TRAGEDIA DE MINEROS DE NUESTROS HERMANOS MINEROS DE ATACAMA

10 agosto 2010 Déjanos tus comentarios



Pena profunda, y gran dolor está causando a Atacama y al mundo, la tragedia que por estos momentos estamos viviendo la gente de esta querida y postergada región, al ver que un grupo de nuestros hermanos mineros se encuentran atrapados en las profundidades de la tierra con la incertidumbre de si podrán salir de allí con vida o no.
Hacemos votos y rogamos a la divina providencia para que sus vidas sean salvadas, y no tengamos que pasar junto a sus sufridos familiares una tragedia aún peor que la que soportamos hasta este momento.

Esta inmensa desgracia, ha permitido que las autoridades, y demás chilenos
centralistas, que poco nos pescan y nos retribuyen, y poco agradecen, puedan ver con sus propios ojos las paupérrimas condiciones en que deben desempeñarse muchos de nuestros sufridos hermanos de Atacama, quienes con inmenso valor y arrojo, deben diariamente transitar por el agreste desierto a ratos del abrazador calor y otras veces con notable frio, y penetrar las entrañas de la tierra para obtener su sustento, y producir ingentes ingresos para el país, sin recibir lo justo a cambio y muchas veces sin que ni siquiera se les otorgue las condiciones de seguridad mínimas que es de esperar.

Muchos centralistas, ahora recién, vienen a mirar con estupor sus condiciones de trabajo, y pueden comprobar la inmensa valentía de nuestros coterráneos que diariamente deben arriesgar sus vidas para bien de todo el país, tratando de arrancar riquezas de lugares remotos ubicados a centenares de metros bajo la superficie, desde donde muchos de los centralistas abusivos simplemente arrancarían, y ello con remuneraciones muchas veces mínimas e injustas, y con las condiciones de vida de su región deplorables y vergonzosas en educación, salud, y en infraestructura vial en cuanto a carreteras y sin trenes, a diferencia de otros que aprovechan los ingresos del sufrido norte.

En fin, con notoria indolencia, nos siguen teniendo con condiciones propias del país más atrasado, mientras ellos celebran el bicentenario con pompa, gastando cada vez más en sus propias comodidades a costillas del norte de Chile siempre tan mal retribuido. Pero no todo mal es eterno, y algún día la aurora y la justicia tocarán a nuestras puertas.

Fuerza a los gallardos y orgullosos mineros de Atacama.

Higinio Morales.

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